Escriure amb el disparador bona nit un conte, poema, assaig o relat.
BUENAS NOCHES
En el lecho de muerte se hallaba Âme, una joven escritora
treintañera escribiendo sus últimos versos a pluma grácil:
Cierto es que
perezco,
pero no es más que
un renacer,
la vuelta al lugar
al que pertenezco.
Entre lágrima y espasmo entró la enfermera a pedirle que
dejase el cuaderno y pluma, que iban a inyectarle la morfina.
Âme pidió que le dejasen llamar a su hermano, que
necesitaba despedirse de él, llamó y dijo:
- ¡Buenas noches! – entre sollozos.
Colgó el teléfono y cerró, eternamente, los ojos.
Exercici 9:
Exercici lliure:
Sobre todo, el sobretodo
Dícese del que vino y se fue,
Que su flor pereció y ni quedó a comer.
Entre copa y copa quiso querer,
querer volver a beber otra vez.
Entre balbuceos musitó:
-
Sobre todo, el
sobretodo.
Dejándolo a un lado
de picos pardos huyó.
Entre fulana y fulana
devolvió lo querido,
y se fue acurrucando
hasta perder el sentido.
Exercici 10:
Escriure en relació aquest quadre de Magritte (La clau dels camps) un conte, assaig, poema o relat.
Tres siluetas impasibles me observan sin titubear; me
hallo postrada en el desgastado sillón de mi tía Ágata: sola, nostálgica,
perecedera.
El rumor de un pasado hecho añicos corrompe mis vasallos
tímpanos e impide que lleguen, a los mismos: el melódico cantar del ruiseñor,
el aire rozar los lares más inhóspitos e incluso, el incesante movimiento de
los brazos de los que me observan.
No percibo más que un lejano paisaje acotado
desmesuradamente; es agotador este estado. El oxígeno que respiro está
pervertido, necesito sentir el sol en mi rostro…la libertad me llama, rompe
barreras a mi favor.
¿Seré consecuente?
Exercici 11:
Escriure un relat, poesia, assaig o conte en relació a una d'aquestes tres paraules:
Arpa, corda i pluma.
Exercici 11:
Escriure un relat, poesia, assaig o conte en relació a una d'aquestes tres paraules:
Arpa, corda i pluma.
Y con un Auf Wiedersehen mal caligrafiado me despedí. Se había consumido la
tinta aguachinada del único frasco que llevaba encima. La pluma reseca
chirriaba en contacto con el papel humedecido por mis lágrimas nostálgicas.
Desconocía el idioma germánico, aún así,
quise escribir algo en la carta que fuese de su comprensión, un adiós.
La carta, en papel volátil como la pluma de un ave migratoria, se me
escurría entre los dedos, no podía plegarla sin que cayese al suelo una y otra
vez.
La carta, no contenía más que retales de lujuria y compenetración
extralingüística al son de un arpa. Un arpa con cuerdas celestiales, las cuales
marcaban el compás de ambas respiraciones. Todo retórica, musicalidad y
relatado en la lengua de Miguel de Cervantes.
Al fin la doble e inserté en el sobre dirección Berlín.
Exercici 13:
Escriure un relació a l'estiu un conte, assaig, relat o poema.
Exercici 13:
Escriure un relació a l'estiu un conte, assaig, relat o poema.
NOCHES
DE ESTÍO
El joven muchacho apesadumbrado se
despierta entre sudores y pálpitos acelerados, es verano, y el calor atormenta
día y noche. La concilia del sueño se le hace imposible; ronda de un lado a
otro del colchón enredándose entre las sábanas, desenredándose, sacando una
extremidad por la derecha, otra por la izquierda...hasta cansarse y pegar un
bote.
Observa de un extremo al otro la habitación,
iluminada por el rayo de luz que emana la farola de la calle contigua al
ventanal, un poco distorsionada por la persiana.
No se distinguen más que siluetas,
siluetas de recuerdos, de objetos que le caracterizan; una guitarra eléctrica,
un ordenador portátil, un peluche canino, libros, y un marco de fotos del que
no se vislumbra la imagen. Presiona el interruptor que tiene a su derecha,
vuelve echar un vistazo general al cuarto y se acongoja, no está la fotografía
que sostenía el marco del que antes distinguió la silueta y se pregunta qué
recuerdo contenía.
Sale de la cama y se dirige al cuarto
de baño, ya en la pica abre el grifo y con las dos manos y agua fría se rocía
la cara y frota los ojos. Tras esto, vuelve a la habitación y coge el marco, lo
sostiene unos segundos y lo deja sobre la mesa. Coge un papel que había en el
suelo y cuando se dispone a tirarlo en la papelera, allí mismo, cortadas por la
mitad se encuentra un par de fotografías del verano pasado; una en la playa con
un sol espléndido y sonriendo, y otra con unos amigos dando una vuelta con la
Vespa negra del abuelo. Sonríe con cierta nostalgia y se vuelve a la cama, y a
dormir.
Se despierta entre sudores fríos y pálpitos
acelerados, es verano, y el calor
atormenta día y noche. La concilia del sueño se le hace imposible, así que se
coloca erguido y observa gracias al rayo de luz que emana la farola de la calle
contigua al ventanal, un poco distorsionada por la persiana, la silueta de una
silla de ruedas.
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